Tumores de piel en perros

¿Un tumor? A mi perro le salió algo en la piel

Es extremadamente común la aparición de nódulos o bultos sobre la piel de los perros, sobre todo en aquellos que son de edad avanzada (aunque también se pueden ver en perros jóvenes). Estos bultos pueden ser muy pequeños y únicos, o pueden ser grandes pelotas que hasta llegan a ulcerarse e infectarse, sea por el roce contra el suelo o porque el mismo animal se los lame o muerde. Esto ultimo predispone a que se agusanen en el verano, ya que las moscas allí depositan sus huevos.

Los nódulos cutáneos pueden llegar a ser de naturaleza muy benigna (fibromas, lipomas, quistes glandulares o foliculares, papilomas) o muy maligna (mastocitomas, melanomas, adenocarcinomas).

En general los tumores benignos crecen muy lentamente y no infiltran tejidos profundos, mientras que cuanto mas maligno es un tumor mas rápido crece y mas profundo se va infiltrando. Además un tumor maligno tiene la capacidad de colonizar órganos internos como los pulmones o el hígado (cuando esto sucede, es ya muy poco lo que puede hacer la medicina por nuestra mascota). Sin embargo, todos los tumores comienzan igual, como inofensivos nodulitos..


¡Mi perro tiene un tumor en la piel!. ¿Que debo hacer?

Se pueden hacer muchas cosas, pero una sola cosa NO se debe hacer: ESPERAR. ¡Quizás no sea nada!. ¡Tal vez se le valla solo!. ¡Pobrecito, si me dicen de operarlo ya es muy viejito!. ¡Voy a probar con esta cremita a ver si se le va!.

Afirmaciones similares no son validas, ya que hasta un inofensivo nodulito puede llegar a ser un tumor maligno, que cuanto antes se quite, mejor será el pronostico, y mayor la sobrevida con buena calidad.

Lo primero que debemos hacer ante la aparición de un nódulo cutáneo, por mas inofensivo que parezca, es averiguar de que se trata. Para esto hay estudios básicos: Uno se denomina citología, y es solo la aspiración, con una aguja y una jeringa, de material de adentro del nódulo. Esta es una técnica muy sencilla, económica, no dolorosa ni peligrosa, y que no requiere anestesia o sedación (salvo en casos muy especiales), pero tiene la enorme desventaja que no siempre brinda resultados, ya que muchas veces el laboratorio nos informa que la muestra no sirvió, o que no se pudo determinar la naturaleza de la lesión aspirada.

Muchas veces la información obtenida es parcial, es decir no nos dice que tipo de tumor es, pero sí nos dice si es maligno o no, o viceversa, o nos informan solo una reacción inflamatoria (que podría tratarse de una inflamación de superficie o de la periferia del tumor).

Sin embargo, muchas veces la citología brinda datos certeros sobre el origen y la malignidad de un nódulo.

El otro posible estudio es una biopsia, en este caso la técnica es mas invasiva, casi siempre requiere anestesia (local o general) y se realiza cortando una porción del nódulo (o todo el nódulo si el tamaño lo permite). En este caso los resultados son casi siempre definitivos, es decir nos dan el nombre de la lesión biopsiada y su grado de malignidad. Por lo general la citología es el estudio inicial, y según su resultado se realiza una biopsia.

Toda la información reunida de los estudios citológicos y de biopsia, junto con otros estudios que el medico crea pertinentes, la ubicación y demás datos respectos del estado general del paciente, será usada por su veterinario para brindar las alternativas terapéuticas más eficaces o convenientes según el caso.

Siempre controle a su mascota por la aparición de nódulos o tumores, sobre todo si es geronte, y ante la presencia de uno de ellos, nunca espere, siempre recurra a su veterinario de confianza que él sabrá hacer todo lo necesario para la salud de su mascota.


S.E.C (Servicio de educacon al consumidor)

 



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