Juegos de perros - Los Perros y el Juego

Los juegos de perros

“Jugar es la palabra mágica de esa infancia sin tabúes”.(1)

La “licencia para bebés” (2) rige hasta las ocho semanas de vida de los lobeznos y les permite hacer todo lo que después se les prohibirá.


El juego es un tipo de actividad estructurada por la reordenación, exageración, repetición y fragmentación de la conducta, carente de beneficio inmediato.

Una forma de actividad física generalizada, como los brincos rápidos atrás y adelante son un ejemplo del tipo más simple de juego. La lucha y/o el rechazo lúdico es común entre los mamíferos sociales como son los perros. Con frecuencia, a la exploración le sigue el juego manipulativo con objetos el cual, a diferencia de la exploración, está más dirigido hacia el efecto positivo que hacia el estímulo.

La función biológica del juego, según la hipótesis de Fajen sobre el entrenamiento físico, sería el entrenamiento para la fuerza muscular y para la capacitación general y el vigor del cuerpo. Las funciones del juego específicamente social que consistían según Poirier y Smith, en establecer vínculos sociales y/o facilitar el aprendizaje de la dominancia y de la comunicación intraespecífica, han sido cuestionadas recientemente. Mientras que el supuesto del cual parten las hipótesis de la socialización es que la conducta individual es para beneficio del grupo, las nuevas concepciones sociobiológicas ponen el énfasis en el beneficio competitivo individual en la función adaptativa de la conducta. Symons interpreta los rasgos estructurales de la lucha lúdica como tentativas de buscar ventaja. (3)

Sea cual sea la hipótesis válida, lo real es que el juego tiene vital importancia en la vida de los perros. Y, si consideramos que los “canis familiaris”, mantienen las características cachorriles de sus antepasados los lobos, el grado de importancia de la actividad lúdica es muy alto. En la actualidad, la mayoría de los perros considerados “animales familiares” tienen muy poco de qué preocuparse –ni siquiera deben procurarse su sustento- y esa falta de responsabilidades puede llegar a aburrirlos y convertirlos en perros perezosos o neuróticos. El juego es el mejor antídoto para las manifestaciones indeseables que produce la ausencia de responsabilidades. Un perro cuando hace ejercicios y se divierte jugando es un perro feliz.

Una pelota, un disco volador, una valla, una carrera, una caminata compartidos con su humano estrechan el vínculo entre especies y estimulan física y psicológicamente a los perros. Juegos como “dar hocicadas a lo alto” y los ejercicios de habilidad son un aprendizaje para dominar pequeñas habilidades y sirven para activar las células cerebrales. En los juegos con pelota, los perros ejercitan movimientos al mismo tiempo que desarrollan su capacidad de reacción y su facultad de percepción tridimensional. La natación alivia la carga que soporta el aparato locomotor y es ideal para perros con problemas óseos y para cachorros.

Es conocida la importancia que tiene la actividad física para el bienestar de los humanos. Pues bien, también la tiene en el mismo grado para la salud de los perros y éstos, una vez más, nos brindan la posibilidad de recuperar nuestra capacidad de juego –esa que perdemos la mayoría cuando nos convertimos en adultos- y rescatar emociones que nos benefician tanto.

La diversión y el placer son, junto al aspecto positivo que ejercen sobre la salud, los motivos fundamentales que nos deciden a hacer deporte con nuestro perro”.(4) Yo agrego: jugar con Irupé, Mafalda –mis dos “animales familiares”- y el disco volador y mirarlas saltar la valla es un placer cotidiano que disipa mis tensiones y alegra sus vidas, recompensándolas por su constante e insobornable presencia a mi lado.

(1). LUDWID, Gerd. Entrenar y jugar con su perro.
(2). Idem.
(3). HARRE, Rom y LAMB, Roger. Diccionario de etología y aprendizaje animal.
(4). WIMMER-KIECKBUSH, Karin. Enseñe a jugar a su perro.

 



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