Comportamiento felino El manejo del gato en la clinica veterinaria

Cada vez es mayor el número de gatos en nuestra consulta y por ello es imprescindible que el manejo de nuestros pacientes sea adecuado. La imagen clásica de un gato chillando, perdiendo el control de esfínteres o mostrando una agresividad extrema en consulta, debe pasar a ser anecdótico o mucho mejor, desaparecer.

El control del traslado del gato a la clínica y un manejo adecuado en la sala de espera y en la consulta, son las claves para ello.

El traslado de los gatos a consulta:

Qué hay que hacer:

-  Utilizar transportines de plástico fácilmente desmontables en consulta.

Lavar el transportín antes de cada visita para eliminar las feromonas de miedo que depositó el gato en su anterior visita. Una vez seco se introduce una mantita agradable, algún juguete, catnip, feliway o en spray... para que viaje cómodo y lo más relajado posible.


Qué NO hay que hacer nunca:

-   Transportar al gato en bolsas de plástico, transportines de mimbre y por supuesto nunca en brazos.

-   Meterlo dentro del transportín sucio de la última visita ya que el gato detectará en el feromonas de miedo.


 
Manejo de los gatos en la sala de espera:

Qué hay que hacer:

-  Dejarlo en un lugar elevado e intentar que vea el menor número de animales posible. Debe ser su dueño el que esté a su lado.

-  Dividir la sala de espera si es posible, en dos zonas. Una para gatos y otra para perros.

-  Si hay muchos perros en la sala de espera, debemos llevarnos al gato en su transportín a un lugar de la clínica tranquilo y taparlo para que no vea nada de lo que sucede a su alrededor. Si pasamos cerca debemos hablar con voz suave. Permanecerá allí hasta pasarle a consulta.

Qué NO hay que hacer nunca:

Dejarlo en el suelo: todo individuo que pasa cerca de él le provoca miedo (ruidos, perros, personas, miradas de otros gatos...) lo que hará que tengamos un paciente aterrorizado y muy poco colaborador en consulta.

Hacer que conozca a otros animalitos: los dueños de gatos están encantados de que conozca a otros gatos y perros y por ello acercan su transportín a otros animalitos en la sala de espera.  Esto genera mucho miedo en el gato.

Soltarle en la sala de espera.

Mirarle fijamente.

 
Manejo de los gatos en la consulta:
 
Qué hay que hacer:

-  Tener limpia la consulta eliminando olores del paciente anterior.

-  Utilizar feromonas en spray antes de la entrada de cada gato, mediante pulverización al ambiente, o bien utilizar feromonas en difusor con liberación constante.

-  Realizar la anamnesis e historia clínica antes de que se abra el transportín: si el gato permanece mucho tiempo fuera, cuando nos acercamos a él puede estar ya muy nervioso.

-  Desmontar el transportín de plástico, quitando la parte superior y manejando al gato dentro de él.

-  Debemos tocarle, explorarle, auscultarle... siempre desde atrás. Debe mirar al dueño, no a nosotros. Si en algún momento no permite más contactos, sedarle.

-  Si sabes que no va a colaborar, sedarle justo tras desmontar el transportín. Los primeros momentos tras desmontarlo, el gato está asombrado y te permite pincharle.

-  Si no permite ni siquiera abrir el transportín, se le sedará mediante inyección intramuscular a través de los barrotes del transportín, una vez girado éste.

-  Utilizar plumeros para despistarle mientras le pinchas.

-  Hablar con voz suave.

-  Debe ocuparse de la consulta felina, el veterinario al que le gusten los gatos.

 
Qué NO hay que hacer nunca:

-  Que el dueño abra el transportín sin tu permiso.

-  Sacarle del transportín tirando de sus extremidades o agitándolo hasta que caiga. ¿Si tú fueses un gato, saldrías relajado?

No Mirarle fijamente a los ojos. Ni los auxiliares, ni los alumnos ni nosotros debemos mirar fijamente a un gato a los ojos, ya que es sinónimo de agresión.

-  No permitir que se baje de la mesa de exploración.

- Gritar, sujetarle entre ocho personas, llamarlo agresivo, malo, traicionero... Lo que está demostrando el gato es que tiene miedo. Algunos se encogerán aterrados y otros en cambio se defenderán. Cuanto más atrapados se vean, más lucharán, peor será la imagen que demos ante el propietario y menor número de visitas tendremos de ese gato. Si comienza a asustarse demasiado y no le puedes manipular, sédale.

La FAB (Feline Advisory Bureau) ha creado un manual de manejo del gato en consulta que se puede visitar en la página web www. fabcat.org. Kim Kendall, veterinario australiano colaborador en la redacción de ese manual tiene una bonita frase:

“La mayoría de los gatos son pesimistas y esperan que siempre pueda ocurrir lo peor.” 


Autora:  Mª Luisa Palmero Colado - Miembro de GEMFE (Grupo de especialistas en medicina felina de AVEPA) - Gattos Centro Clínico Felino - Av. Menéndez Pelayo, 37 Madrid 28009, España - www.gattos.net

Fuente: https://www.aamefe.org/jornadas_en_medicina_felina2.html
 
Bibliografía:

(1)   Rachel Casey. Fear and stress in companion animals. BSAVA Manual of Canine and Feline Behabioural Medicine. 2002 BSAVA
(2)   Debra F. Horwitz. House soiling by cats. BSAVA Manual of Canine and Feline Behabioural Medicine. 2202 BSAVA
(3)   Claude Beata .Territoriality.Proceedings. WASAVA 2005.
(4)   Bonnie V. Beaver. Feline eliminative behavior. Feline Behavior. A guide for veterinarians. Saunders 2003.
(5)   Marder AR and Friedman L. Long term follow-up of  feline elimination problems. American  Veterinary society of Animal behaviour annual meeting. P.6
(6)   Overall KL. Pharmacological treatments for behaviour problems. Veterinary clinicsl of north America. Small animal practice.
(7)   Askew H. Fear of another cat in the home. Treatment ob Behaviour problems in dogs and cats.1996
(8)   Claude Beata .Understanding feline behavior. Proceedings WASAVA 2005



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