Anormalidades del celo en la perra

El celo en las perras: Alteraciones del ciclo estral en la perra

En ocasiones existen alteraciones del ciclo estral en las perras, con mayor o menor importancia, siendo éste más irregular, con características distintas a las que debería tener o incluso no apareciendo nunca signos de celo.

Si crees que tu perra tiene algún problema de este tipo, sigue leyendo y consulta a tu veterinario/a sobre el tema si lo crees necesario.

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Las anormalidades respecto al ciclo estral en la perra, se resumen en:

Anestro persistente: La perra no tiene ningún celo. Antes de hacer pruebas que expliquen la causa, conviene esperar a que cumpla los 2 años de edad y, si es posible, debería ser alojada con perras que sí ciclen con normalidad, puesto que esto puede ayudar a inducir el celo en las perras que no lo han tenido.

Las causas posibles de anestro persistente o falta de celo comprenden causas metabólicas (por ejemplo, por hipotiroidismo o por administración prolongada de glucocorticoides) y anomalías ováricas (por ejemplo, anomalías anatómicas o malformaciones, quistes, tumores y ausencia de los ovarios debida a la castración).

Cabe la posibilidad de que la perra sí haya tenido algún celo, pero que haya sido un celo silencioso (sin signos externos que permitan reconocerlo), el cual podría detectarse mediante medida de los niveles de progesterona en sangre. Además, en el caso de que haya un embarazo psicológico sin haber habido signos de celo aproximadamente 60 días antes, puede concluirse que hubo un celo silencioso.

Intervalo interestro prolongado: Existe cuando entre dos celos pasan más de 12 meses. Hay que tener en cuenta que, aunque las perras ciclan durante toda su vida (no tienen menopausia), el intervalo entre celos puede ser más largo según aumenta la edad.

Las causas suelen coincidir con las mismas que producen anestro persistente, no olvidando que puede haber existido un celo silencioso.

Intervalo interestro acortado: Se produce cuando entre dos celos pasan sólo 4 meses o menos. Muchas de estas perras son estériles, aunque en algunas razas, como el Pastor Alemán, y en algunas perras, este intervalo acortado puede ser normal y no interferir en la fertilidad. La causa suele ser difícil de descubrir.

Celo fragmentado: En este caso, el proestro se detiene sin pasar al estro, es decir, se produce la primera fase de sangrado, pero tras ella no hay una etapa receptiva y fértil de la perra. 2 - 4 semanas más tarde, vuelve a comenzar la etapa de proestro (sangra otra vez), y ahora sí que le sigue la fase de estro normal y fértil.

Es más frecuente en hembras jóvenes y normalmente se resuelve en ciclos sucesivos, siendo éstos ya normales. Conviene diferenciarlo del intervalo interestro acortado.

Proestro y Estro prolongado: La media de duración del proestro es de 9 días, pudiendo llegar a 17 en perras normales y fértiles. La media de duración del estro es de 9 días, aunque puede llegar hasta 21. No se consideran anormales hasta que, juntos, sobrepasan los 35 - 40 días.

La causa más frecuente suele ser la presencia de quistes ováricos, aunque hay que descartar otras causas posibles como tumores o si se les ha administrado algún estrógeno 

Estro corto: Se acepta como tal cuando dura menos de 3 días. Las causas más frecuentes son errores en la observación y reconocimiento del estro, la edad (más frecuente en perras mayores) y la aparición de celos fragmentados.

Por tanto, si tu perra muestra algún signo que te haga pensar que padece alguno de estos problemas, consulta a tu veterinario/a, quien decidirá si conviene realizar alguna prueba para evaluar la importancia que esto puede tener sobre su salud (citologías, pruebas sanguíneas, ecografías). Asimismo te indicará qué solución existe para resolverlo, lo que en algunas ocasiones puede pasar por la ovariohisterectomía o castración de la perra.


S.E.C. (Servicio de Educación para el Consumidor)



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