Vaginoscopia en la hembra canina

Diagnóstico de enfermedades vaginales en la vaginoscopía en la perra

La vaginoscopía en la perra es la visualización de la mucosa vaginal por medio de un vaginoscopio. Mediante la vaginoscopía en la perra es posible observar los cambios de la mucosa vaginal a lo largo del ciclo reproductivo, como así también posibles alteraciones en la misma, siendo una herramienta de gran importancia en el asesoramiento del momento de servicio en la hembra canina.

La vaginoscopía en la perra es un procedimiento no agresivo, práctico, que insume poco tiempo y puede ser utilizado sin riesgos de producir traumatismos, siendo bien tolerado en animales sin necesidad de sedación o anestesia. Requiere un entrenamiento corto por parte del operador y complementa la vaginografía y la citología exfoliativa.

Los cambios en la mucosa vaginal pueden ser observados mediante el uso de un proctoscopio pediátrico de 11 mm de diámetro externo y 25 cm. de longitud. Este instrumento es de fácil utilización en la mayoría de las hembras caninas a excepción de algunos ejemplares de las razas miniaturas. Cuenta además con un bulbo de goma que permite insuflar manualmente aire en la cavidad vaginal. El proctoscopio es de fácil higienización, se aconseja sumergirlo brevemente en cloruro de benzalconio al 10%, enjuagándolo posteriormente con solución fisiológica.

Otra alternativa, más costosa, es el uso de un endoscopio rígido o flexible de aproximadamente 4,7 mm de diámetro externo y 30 cm. de longitud que permite la visualización de la angosta vagina craneal y cérvix en la mayoría de las perras.

La vaginoscopía en la perra

Con la perra en estación, sobre la camilla, con sujeción normal, previo examen de la región perineal, se introduce el proctoscopio humedecido con agua tibia por la comisura dorsal de la vulva y en dirección cráneo-dorsal, evitando así la fosa del clítoris. Al llegar al esfínter vestíbulo-vaginal (cingulum) se cambia a dirección horizontal, presionando suavemente.

La profundidad en la introducción al tracto reproductivo post - uterino varía según lo permita la longitud de la vagina, considerando que la distancia entre los labios vulvares y la cérvix es de 11 a 30 cm. según la raza. A medida que el ciclo estral progresa, la mucosa vaginal refleja cambios bajo la influencia estrogénica.

El aumento en el nivel de los estrógenos séricos durante el proestro determina cambios macroscópicos en la mucosa vaginal, fácil de visualizar con el vaginoscopio. La mucosa se encuentra globosa y pálida debido al efecto edematizante de estas hormonas sobre el aparato genital existiendo, también, una secreción sanguinolenta.-

Con la disminución de los estrógenos al final del proestro, se observa una disminución del edema, y la mucosa comienza a aparecer con pliegues que se van acentuando. El estro se caracteriza por la imagen de “crenulación” vaginal, es decir, intensificación del arrugamiento, pliegues angulados y filosos y lumen mas amplio. Este momento de crenulación coincide con el período fértil, y los apareamientos o inseminaciones deben planearse para estadío. La secreción durante el estro es generalmente serosanguinolenta.

Al comienzo del diestro los pliegues se aplanan dando lugar a un aumento en la luz vaginal. A la vaginoscopía la mucosa presenta áreas de distintas tonalidades que varían de color rosa pálido, casi blanco, a más rojizas (hiperémicas) debido a la descamación irregular del epitelio, dando un aspecto moteado o marmolado. Las secreciones vaginales pueden ser variables, en algunos casos mucosas o mucopurulentas. El diestro tardío prácticamente no se diferencia del anestro en la visualización vaginoscópica.

En el anestro los pliegues mucosos son leves y bajos, de color rosado debido al escaso número de capas celulares del epitelio vaginal. La ausencia de secreciones útero-vaginales impide en algunos casos la introducción del proctoscopio sin una previa lubricación.-

Según lo anteriormente expuesto la vaginoscopía en la perra constituye una ayuda en el diagnóstico de entidades patológicas de la vagina como anomalías congénitas, vaginitis, eversión de la mucosa, tumores, prolapso interno uterino y traumas post inseminación o parto y también para la extracción de cuerpos extraños.


Agradecemos la colaboración para la publicación de esta nota sobre vaginoscopía en la perra a: Cristina Gobello, DVM, DECAR - Doctora en Ciencias Veterinarias (equivalente PhD) – Universidad Nacional de La Plata - Diplomada en el Colegio Europeo de Reproducción Animal (ECAR) - Especialista en Clínica de Pequeños Animales (Colegio de Veterinarios, Prov. Bs. As.) - Docente-Investigador categoría II cátedras de Clínica de Pequeños Animales y Reproducción - Ex-Profesora Adjunta Cátedra de Reproducción Animal (FCV-UNLP) - República Argentina

 



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