El Glaucoma Canino es una urgencia



El galucoma canino  es uno de los problemas en que mas importante resulta una atención lo mas rápida posible, efectuando una buena inspección de todo el ojo para garantizar tanto un buen diagnostico como un tratamiento lo mas precoz posible.

Ante cualquier problema del globo acular y sus anejos el veterinario debe efectuar un examen de la totalidad del ojo, ya que es bastante frecuente encontrar mas de una patología de manera conjunta en un ojo enfermo. Es por ello que, salvo casos muy concretos, no debemos limitarnos a la primera impresión que nos ofrezca el ojo, sino que debemos descartar cualquier otro problema. Es importante efectuar una buena historia del paciente, estudiar los problemas anteriores que pueden tener relación con el presente y descartando la presencia de una enfermedad sistémica general que pueda producir sintomatología ocular, lo cual es bastante frecuente. También es importante tener en cuanta la raza, edad del paciente, ya que hay bastantes problemas oftálmicos que tienen carácter heredable o predisposición racial, extremo que debe ser despertado o tenido en cuenta según el caso. El dueño del animal debe ser quien nos aporte mas información sobre el problema que presenta el perro en cada caso. Debemos intentar conocer si ha habido perdida de visión del animal, que aunque no siempre es fácil de determinar, si es muy interesante conocerlo, aunque es muy frecuente que no se aprecie una perdida relativa de visión hasta que es muy avanzada y bilateral, ya que antes el animal se adapta perfectamente a una disminución de la capacidad visual, no dando, por tanto, ningún signo de falta de visión. También es importante apreciar si ha habido cambios en el color del ojo y en todo su entorno. Esto es muy llamativo cuando se enrojece mucho la conjuntiva o cuando hay un exceso de producción del ojo, que tomara la apariencia que presenta dicha descarga (mucosa sanguinolenta, etc.).

El dolor del globo ocular también debe ser determinado, ya que hay patologías muy concretas que cursan, aparentemente, con dolor en la zona. Esto suele apreciarse bien porque el animal esta constantemente rascándose la zona, bien con la pata o cualquier objeto que se le permita.

También es muy importante conocer tratamientos anteriores, si es que los ha habido, y cual ha sido la respuesta del animal a ellos. En problemas crónicos esto es fundamental, ya que muchas veces el anterior tratamiento puede llegar a ocultarnos la auténtica patología del ojo en ese momento.

Posteriormente el examen minucioso del ojo con todas las técnicas actuales nos determina cual es la patología más probable. Una vez aplicado un tratamiento concreto el seguimiento de la evolución del problema es muy importante, ya que según sea ésta así habrá o no que cambiar parte del tratamiento. En cualquier patología ocular el diagnóstico o tratamiento precoces son básicos para garantizar el buen estado del ojo.

Entre la gran variedad de patologías que podemos encontrar en el ojo el glaucoma es seguramente una de las más graves, y no la menos frecuente que puede cursar la ceguera total del animal si no se diagnostica y se medica a tiempo, y aun así puede acabar con la visión del animal a largo plazo.

Definamos el glaucoma como un aumento de la presión intraocular, lo que provoca una serie de alteraciones en la funcionalidad del ojo, que puede llegar a provocar la pérdida total de la visión en uno o ambos ojos. Por desgracia el glaucoma se puede diagnosticar cuando su estado es ya muy avanzado, ya que hasta entonces no da síntomas importantes  y los cambios que se producen en la retina y en el nervio óptico pueden presentarse en poco mas de 24hs., con lo que no  hay tiempo material para evitar que el problema se desarrolle.

En la aparición del glaucoma en el perro hay una zona ocular de gran importancia. Es el ángulo irido-corneal, que, según su forma, abierto, estrecho o cerrado favorecerá la presentación del glaucoma. Así entre las razas mas predispuestas a padecer glaucoma se encuentran todos los nórdicos; es decir, Siberian Husky, Alaskan Malamute, Samoyedo y Akita Inu, todas ellas con el ángulo irido-corneal entre estrecho y cerrado. Aun así debemos decir que cualquier raza de perro es susceptible de padecer un glaucoma en algún momento de su vida, aunque haya unas razas mas predispuestas que otras.

En cuanto al origen del glaucoma, podemos clasificarlo en primario o secundario.

En el glaucoma primario se presenta un problema en la configuración o en la formación del ángulo iridocorneal,  por lo que aquí si se presentan en razas predispuestas al glaucoma , hasta el punto que en algunas razas, como el Basset Hound, la presentación de un glaucoma primario antes del año de edad se puede llegar a considerar congénito debido a un defecto en la formación del ángulo iridocorneal. Normalmente el glaucoma primario se advierte como un aumento de la presión intraocular sin que exista ningún otro síntoma, por lo que muchas veces puede pasar desapercibido. Es una lesión bilateral aunque es raro que se encuentren afectados los dos ojos a la vez con la misma intensidad. Por ello será necesario controlar periódicamente la presión intraocular de ambos ojos, aun cuando uno de ellos no presente nunca lesión aparente. Es un problema que, bien controlado desde el principio, no tiene por que dar muchos problemas, salvo la revisión periódica de ambos ojos.

En el glaucoma secundario la elevación de la presión intraocular es debida a complicaciones con otras alteraciones oculares, en general debido a hemorragias, inflamaciones o incluso tumores intraoculares.

En general, el glaucoma en estos casos se presenta por la resistencia al paso del humor ocuoso, liquido que circula por el ojo, con lo que se produce el aumento de presión intraocular, independientemente que la causa sea una inflamación en la zona o una masa tumoral. También sucede algo parecido cuando la causa del glaucoma es una luxación o subluxación del cristalino.

En cuanto al diagnóstico del glaucoma, no es fácil realizarlo sin cierto material  para poder medir la presión intraocular y el ángulo iridocorneal. Para medir la presión intraocular se utiliza la tonometría. Con un tonómetro se puede medir eficazmente la presión intraocular tan solo con anestesia local en el ojo del paciente. Para explorar el ángulo iridocorneal se utiliza la gonioscopía , que no es tan necesaria como la tonometría, al menos en principio.

En cuanto al tratamiento, no existe una única manera de manejar a un paciente con glaucoma, ya que dependerá en gran medida del origen y de las patologías asociadas que nos encontremos. Las diferentes terapias irán enfocadas en un principio a mantener la capacidad visual del animal sin que se presente dolor.

Así, si tenemos un animal que ya ha perdido por completo la visión y que sabemos es irrecuperable , el tratamiento será diferente que en paciente que aún conserva visión mas o menos alterada pero real.

Cuando se presenta un paciente con una glaucoma aguda que se ha producido en menos de 24hs., habrá una actuación medicamentosa mucho mas variada y eficaz que si nos enfrentamos a un problema crónico. En cualquier caso es decisión del veterinario el tipo de medicamento en cada caso.

Cuando el problema es muy grave y no hay tratamiento medicamentoso que pueda ser eficaz, puede ser recomendable la cirugía. La cirugía conservadora, desagradecidamente es eficaz en muy pocos casos. Aun así debe intentarse, salvo en casos muy excepcionales, antes de recurrir a la ultima posibilidad viable en algunos casos, como es la enucleción del ojo. En  la actualidad puede ponerse prótesis lo suficientemente logradas como para que no haya un problema estético notable y el animal pueda hacer una vida normal, siempre que el otro ojo permita un mínimo nivel de visión.

Con ello habremos logrado evitar el proceso doloroso del animal y conservar una estética suficiente para el perro y su dueño.

Hemos visto, por tanto, que el proceso de glaucoma puede llega a ser muy serio, por lo que es fundamental acudir al veterinario siempre que observemos cualquier anomalía en la visión o en la zona ocular del perro. Aunque en muchas ocasiones se trate de una falsa alarma, y nuestro animal no presente ningún problema en la vista, con que una sola vez consigamos evitar un glaucoma crónico a tiempo habremos solucionado una patología realmente grave a nuestro animal. Es importante incidir en lo fundamental de un diagnostico precoz en las enfermedades oculares, ya que de él dependerá en gran parte que nuestra mascota posea una buena calidad de vida, también en este caso, durante el mayor tiempo posible.



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