Importancia de la etapa de socializacion del cachorro


Etología Clínica Veterinaria

Es la una de las etapas más importante en toda la vida del perro; teniendo en cuenta que la especie canina es una especie altricial (nacen con el sistema nervioso inmaduro, no ven, ni oyen), a diferencia de otras especies como los equinos que son precociales (el potrillo luego del nacimiento ya es un caballo).

Transcurre desde la 4º semana hasta la 12-16º semana, aproximadamente.

En esta etapa los cachorros comienzan a tomar conductas específicas, a delinear sus personalidades. Comienzan a interactuar entre ellos a través del juego. Comienzan con peleas, se corren entre sí, asechan, gruñen y tironean de los objetos. Comienzan a transportar cosas con su boca, disputan por la tenencia de distintos objetos (huesos, juguetes, palitos). Si un cachorro observa algo que atrae su atención y se dirige hacia el mismo, el resto de la camada inmediatamente lo sigue, mostrando actividades coordinadas de grupo.

Se inician los juegos de ataques coordinados contra los hermanos de camada más débiles.

Es el momento en el cual un cachorro aprende a reconocer a otros individuos, que los reconoce como presa, de los cuales protegerse o simplemente a aceptarlos.

Por ejemplo, si un perro en esta etapa no estuvo en contacto con niños, es más probable que luego, de adulto, no los acepte. Lo mismo pasa si no se socializa correctamente con perros u otras especies.

La falta de contacto con sus congéneres le impide al animal continuar aprendiendo las pautas de la conducta canina normal. También es probable que se desarrolle un hiperapego con su familia humana, generando un cuadro de inestabilidad emocional y, ante la falta del ser o grupo de apego, comience con las manifestaciones de una patología denominada “ansiedad por separación”.

En esta etapa el cachorro comienza a desarrollar su capacidad de aprendizaje.

Debemos aprovechar para enseñarle dónde debe orinar y defecar, aprender a pasear con collar y correa, obedecer a ciertas órdenes, etc.

También en esta etapa se fijan las experiencias traumáticas para el resto de su vida.

En resumen, nuestros clientes deberían ser estimulados a exponer sus cachorros a una variedad de circunstancias de la manera más positiva y benigna posible.

Si los perros no son guiados a experimentar los estímulos adecuados durante esta época, cuando son receptivos a ellos, podrían desarrollar problemas asociados a este período.

Algo de estrés y temor pueden ser adecuados y, aprender a manejar y a cómo resolver conflictos, es una interacción favorable y una importante tarea en el desarrollo social.

También necesitamos enfatizar a los clientes hasta qué punto el aprendizaje temprano es importante y que un aprendizaje precoz “malo” (aprendizaje de comportamientos indeseables) puede también ser importante.

Finalmente, deberíamos enfatizar que los cachorros son individuales y variables tanto dentro de la camada como entre las camadas.

Los clientes necesitan estar alertas de cualquier signo de estrés o sufrimiento comportamental o psicológico e intervenir si su “programa de socialización” está estresando indebidamente a su cachorro.

Autor: M.V. Fernando G. Catrina



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