Una mascota es el regalo mas adecuado para las fiestas

Una mascota ..... ¿es el regalo mas adecuado para las fiestas?

Cuando llegan las fiestas es costumbre de muchas personas regalar distintas cosas. Juguetes, ropa, adornos, libros, etc, pero muchas veces también se regalan mascotas.

El regalo de las mascotas esta generalmente asociado al pedido de los niños de la familia de querer tener una, y muchas veces los adultos acceden a dicho pedido, sin conocer o sin pensar lo que eso implica.

Una mascota es un ser vivo, y por lo tanto debe ser tratado como tal, necesita su tiempo, dedicación diaria, control y educación adecuada para evitar problemas futuros.

Hay que saber que los primeros meses de vida va a tener que concurrir a la veterinaria seguido, que va a tener que acostumbrarse a la nueva casa y al nuevo grupo familiar, por lo general están con su madre y hermanos, y son separados de golpe de los mismos, lo cual implica un estrés que muchas veces manifiestan llorando, no comiendo, estando decaídos y hay que saberlos interpretar.

También hay que saber que cuando el nuevo integrante del núcleo familiar tenga el plan de sanidad completo, edad adecuada y esté listo para salir a la calle, va a necesitar de paseos diarios para terminar de sociabilizarlo con sus pares y personas ajenas a la familia lo cual implica tiempo extra por parte del propietario para hacerlo.

Muchas veces se plantea  la discusión de si existen razas buenas y razas malas, pero la realidad es que muchas veces se ponen de moda ciertas razas de perros y todos quieren tener uno igual, pero hay que saber que no todas estas razas son para todas las personas, grupos familiares o ambientes.  Los animales al igual que las personas vienen con una carga genética que pueden desarrollar o no,  si las condiciones que se le dan en el ambiente son las adecuadas. Por ejemplo, un perro de guardia puede ser un buen compañero, pero la mayoría de los casos va a tender a ser un animal solitario, desconfiado con los ajenos al grupo familiar, o sea a “su manada” lo cual en algunas oportunidades puede generar conflictos.

Un perro de trabajo, pastor por ejemplo, necesita descargar toda la energía que trae incorporada en sus genes por ser un perro con dicha finalidad, por lo tanto va a necesitar de paseos diarios, quizás varios al día.

Otro punto a tener en cuenta es el tamaño. Si se trata de un animal de raza, puede llegarse a saber cuan grande va a ser ese animal, porque hay un estándar para cada raza. Pero si se trata de un perro mestizo, y no se conoce a sus progenitores por ejemplo, no sabemos el tamaño que pueda tener cuando termine su desarrollo, y quizás no sea el mejor ejemplar para tener en un ambiente pequeño.

También está la posibilidad de regalar un gato y hay dos situaciones menos a considerar, que son: el paseo y el espacio, dado que no es necesario sacarlos a pasear y que por su tamaño son más fáciles de tener en ambientes chicos. Pero no por eso, requieren menos cuidados y atenciones que un perro.

Por último para tener en cuenta al momento de adquirir una mascota: 

- Consultar al veterinario que especie, raza y sexo es más recomendada para el tipo de hogar al que va a llevarse  al animal.

- Saber que hay que tener tiempo suficiente para darle los cuidados que va necesitar.

- Que no es un juguete de los pequeños de la familia, y mucho menos un “capricho”

- Tratarlo con el respeto que merece por el simple hecho de ser un ser vivo y un integrante más del núcleo familiar, lo cual no implica no ponerle límites y educarlo, hasta incluso retarlo si es necesario.

- Estar dispuesto a no poder entender que es lo que le molesta o lo que quiere de manera sencilla, ellos no pueden hablar con palabras y muchas veces la manera de comunicarse puede resultar incómoda para los humanos.

- Saber que como todo ser vivo, se enferma y necesita sus cuidados y atenciones adecuadas.

- Saber que es una compañía para varios años de vida, y que va a estar ahí cada vez que uno vuelva de trabajar, estudiar, pasear, contento, cansado, preocupado o enojado y no por eso no darle lo mínimo que necesita y merece…cariño, afecto, respeto y buen trato.

 

Agradecemos la colaboracion para la publicacion de este articulo a: Ana Paula Iapichino - Buenos Aires, Capital Federal

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