Educando a mi cachorro cuando llega a casa

La educación del cachorro - La crianza más adecuada

A continuación se desarrollan los puntos clave más importantes que debe tener en cuenta para la correcta crianza y educación de un cachorro:

1) Alimentación

2) Evacuación

3) Descanso

4) Juego

5) Socialización

6) Paseos

7) Adiestramiento

8) Inhibición/Castigo

 

1) Hábitos de alimentación del cachorro

Independientemente del tipo de alimento que se le administre (dieta casera o alimento balanceado comercial), es importante habituar al cachorro a un lugar y un momento específico para obtener su alimento.

Lugar: debe estar alejado del sitio permitido para la eliminación (micción y defecación). Puede compartir el mismo ambiente en el que realizan sus comidas sus propietarios, pero no en forma simultánea con ellos.

Momento: las distintas raciones diarias deberán administrarse siempre después de que sus propietarios han terminado de comer (es el cachorro el que debe esperar, y no el primero que recibe la comida)

Los extras y los premios: se le pueden ofrecer como recompensa ante una acción correcta (entrenamiento de obediencia con reforzamiento positivo, ver sección correspondiente) y deben constar de una muy pequeña porción de alimento permitido: su propio alimento balanceado, galletas u otras golosinas para perros, queso magro, manzana, etc. Aproveche para enseñarle a su mascota, a través de estos premios, a eliminar en el lugar adecuado, a sentarse, etc. Para ello, ofrézcale el premio si ha hecho lo que Ud. le ha pedido o enseñado, mientras lo felicita (muy bien, buen perro) con voz suave y le acaricia la cabeza.

Si Ud. desea administrarle a su cachorro parte de la comida humana (por ej.: pollo, carne, pescado, galletas, etc.), para consentirlo o mimarlo, nunca se la ofrezca desde la mesa donde están comiendo las personas. En cambio, mientras Ud. come, aparte la porción que le quiera ofrecer, y una vez finalizada la comida y levantada la vajilla de la mesa, agréguela a la ración del animal o colóquela en su comedero. Recuerde que la carne siempre debe estar cocida, pero no frita ni muy condimentada o con salsas picantes.

2) Hábitos de eliminación o evacuación de las deposiciones (lugar para orinar y defecar)

A) Dentro de la casa (entre las 6 semanas y los 3 meses de edad aprox.)

Entre la llegada del cachorro (generalmente alrededor de los 45 días de edad) y el momento en que éste puede salir a pasear a la calle, transcurre un período de entre 1,5 y 2 meses (según plan de vacunación: recuerde que el cachorro no debe salir a la calle hasta tener aplicado por lo menos el 2do refuerzo de su vacuna). Durante este período, Ud. debe educar a su cachorro para que orine y defeque en un único sitio dentro de la casa (elegido por Ud.). Para lograrlo, tenga en cuenta las siguientes pautas educativas: (y ármese de paciencia...)

1) Elija un sitio permitido de fácil limpieza y de acceso libre para el animal (por ej. cocina, lavadero, baño, etc.). Si en ese mismo ambiente se encuentra el comedero y bebedero y/o el sitio de descanso (cucha, manta, etc.), procure que el lugar elegido para la eliminación esté alejado del lugar de alimentación y descanso (por ej. en el rincón opuesto.)

2) Coloque un sustrato de fácil limpieza en la zona que Ud. desea que sea utilizada por el cachorro para orinar y defecar (como papeles de diario)

3) Lleve a ese lugar a su cachorro en los momentos en que es previsible que orine y/o defeque: a la mañana temprano al despertar, después de comer (aproximadamente unos 10 - 20 minutos luego de su ración) o tomar mucha agua, después de una actividad física intensa (jugar, correr, saltar), y a la noche antes de irse a dormir.

4) Si Ud. observa que el cachorro está buscando un lugar para evacuar (conducta de olfateo, giro en el lugar, postura), llévelo de inmediato al sitio permitido para sus deposiciones.

5) Reforzamiento positivo: premie a su cachorro con una golosina (galletas para perros, trocitos de su alimento o un pedacito de queso), palabras de aliento (muy bien, buen perro) y caricias, cuando lo encuentre orinando o defecando en el lugar correcto. Esto solo debe hacerlo si lo encuentra en el momento preciso en que está evacuando o apenas unos segundos después. No lo premie si ya han pasado varios minutos, porque no podrá asociar el premio con el acto premiado.

6) Castigo (Reto): castigue con un regaño (reto) verbal a su cachorro solamente si lo encuentra en el momento preciso en que está orinando o defecando en un lugar inadecuado. No lo haga si lo descubre cuando ya sucedió. En este último caso, ignórelo, ya que si han pasado unos minutos del hecho, no podrá asociar el castigo con la conducta castigada.

Para retarlo, jamás utilice castigo físico, no lo golpee ni lo asuste con ruidos fuertes u objetos contundentes; por el contrario, utilice exclusivamente el regaño verbal, con una palabra corta (¡No!), pronunciada con voz fuerte (alzando el tono de voz, pero sin gritar), con intención de enojo (postura, actitud corporal y gestos exagerados, como actuando). Ver sección (8) Castigo

7) Limpie las deposiciones en ausencia de la vista del cachorro (enciérrelo en otra habitación o manténgalo alejado del sitio a limpiar). Esto es importante para no reforzar la conducta de juego que el cachorro suele adoptar ante los secadores, lampazos, trapos de piso y otros artículos de limpieza, y los movimientos de los mismos al efectuar el aseo. Aproveche para absorber con papel de diario o trapos viejos la orina, y llévelos al sitio permitido, para generar un estímulo olfativo.

Limpie el área con productos desinfectantes (como lavandina o detergentes) o con alcohol. No utilice productos de limpieza que contengan amoníaco. Puede utilizar productos de limpieza perfumados o desodorantes (o incluso los llamados repelentes), para quitar el estímulo olfativo, siempre y cuando éstos no sean demasiado irritantes ni generen procesos alérgicos en su animal.


B) Fuera de la casa para cachorros de alrededor de 3 meses de edad, sólo si el Veterinario lo recomienda y si tiene dado el refuerzo de las vacunas correspondientes a su edad y plan de profilaxis

Importante: Como buen vecino y respetando las leyes de su ciudad, recoja las deposiciones de su macota y colóquelas en un cesto de residuos (recuerde que existen bolsas y palitas descartables para facilitar esta tarea).

Cuando el cachorro haya aprendido a orinar y defecar en lugares permitidos, tendrá que enseñarle nuevos hábitos, y el cachorro deberá abandonar los ya aprendidos. Para enseñarle las nuevas reglas, tenga en cuenta las siguientes pautas de educación:

1) Sáquelo a pasear a la calle (siempre con correa – nunca suelto) varias veces al día, por lo menos hasta la puerta o el primer árbol, preferentemente en los horarios en que es previsible que orine y/o defeque: a la mañana temprano al despertar, después de comer o de beber abundante agua, luego de una actividad física intensa dentro de la casa (jugar, saltar, correr) o de bañarlo, y a la noche antes de irse a dormir. Para acostumbrarlo a los horarios y la rutina del paseo, utilice siempre la misma frase de invitación (vamos a pasear, vamos a la calle, etc.) y muéstrele la correa.

2) Si Ud. observa que el cachorro está buscando un lugar para evacuar (conducta de olfateo, giro en el lugar, postura), sáquelo de inmediato a la calle, invitándolo a seguirlo siempre con la misma frase. 

3) Los primeros días, lleve los papeles de diario o trapos viejos impregnados con orina y colóquelos al pie de algún árbol durante un rato, mientras invita a su cachorro a acercarse, para generar un estímulo olfativo. Recuerde luego retirar el sustrato sucio y tirarlo en el canasto de la basura.

4) Procure llevar a su animal a sitios con algo de tierra, pasto o plantas y donde ya han pasado otros perros (árboles, canteros, plazas, parques), para despertar su instinto y aprovechar el estímulo olfativo de las deyecciones de otros perros. Controle que el cachorro no ingiera la materia fecal u orina de otros animales o la propia. Si así lo hiciera, castigue esa conducta con un No y consulte con el Veterinario acerca de cómo reforzar la desparasitación y vacunación para prevenir el contagio de enfermedades infecciosas o parasitarias.

5) Si es posible, intente llevar a pasear a su perro acompañado por otro perro adulto que ya esté acostumbrado a eliminar en la calle (siempre que este último esté sano, que tenga el plan de salud al día y que no se peleen entre ellos). Por ej.: puede combinar los horarios de paseo con algún vecino que lleve también a su perro.

6) Si para Ud. es complicado sacar a pasear a su perro a la calle, puede optar por un paseador de perros (ver punto (6) referido a Paseos y ejercicio).


3) Descanso de nuestro cachorro

Su cachorro debe tener uno (o varios) sitios donde descansar sin ser molestado. Tenga en cuenta que los perros no siempre duermen toda la noche, y que suelen hacer siestas durante el día.

Si Ud. decide que su perro dormirá fuera de la casa (patio, jardín, terraza, balcón, lavadero, etc.), procure que tenga un sitio techado para resguardarlo del frío o la lluvia (cucha de material, fibra de vidrio, madera, plástico, etc.)

Si, en cambio, decide que dormirá dentro de la casa, es preferible que el cachorro tenga su propia cama o cucha (puede ser una manta, trapo, colchoneta, almohadón, felpudo, cucha de tela, plástico, madera, etc.) y que no comparta cama o sillones con el resto de la familia. Si Ud. desea que durante la noche el perro duerma en su habitación, coloque la camita del mismo a los pies o al lado de su propia cama. 

Muchas personas desean compartir la cama o sillones con sus mascotas. Si bien esto puede resultar muy placentero, recuerde que en ciertos animales predispuestos (genética y ambientalmente), esta situación puede generar un conflicto de jerarquías, donde el perro se convertiría en el animal dominante de la jauría que para él constituye su familia humana, pudiendo desarrollar luego un problema de agresión por dominancia. Entonces, si Ud. desea que su mascota duerma en el mismo lecho, preste especial atención a la posible aparición de signos tempranos de agresividad (gruñidos al querer bajarlo de la cama o sillón, etc.) y consulte de inmediato al Veterinario especializado en Etología (conducta animal) para corregir la situación.

Si hay niños en la casa, es importante que comprendan que el momento de descanso de la mascota debe ser respetado y no se lo debe molestar, y que ese no es el momento adecuado para jugar con él.

4) Juego (estímulo ambiental, enriquecimiento del entorno)

La actividad lúdica y recreativa es fundamental para el correcto desarrollo tanto físico como conductual del cachorro (y debe mantenerse también en el animal adulto e incluso geronte, mientras sea bien aceptada por el mismo).

La estimulación temprana del cachorro recién llegado, aumentará su capacidad de aprendizaje y lo hará más adaptable a los cambios. Procure que el ambiente donde se encuentra el cachorro esté enriquecido con juguetes diversos para que los explore y se entretenga con ellos cuando esté solo.Por otra parte, el juego compartido con sus compañeros humanos, fomentará la interacción, la socialización, y la convivencia agradable y entretenida.

Para no fomentar un comportamiento agresivo en su perro, nunca juegue con su cachorro a tironear de un trapo, soga, hueso o juguete, disputándoselo; ni festeje que el cachorro gruña, ladre o muerda durante el juego. Por el contrario, el juego ideal es el de arrojar - buscar - devolver: donde Ud. arrojará una pelota, palo, frisbee, hueso, soga, botella de plástico, juguete, etc. y el cachorro irá en su búsqueda. Es posible que al principio el perro se rehúse a devolver el juguete. En ese caso, no insista ni intente sacárselo de la boca. Sólo interrumpa el juego e ignore al animal hasta que éste deje el juguete en el suelo. En ese momento, tómelo y reanude el juego. Si el animal devuelve el juguete luego de buscarlo, felicítelo con palabras de aliento (muy bien, buen perro, etc.) y continúe el juego.

Otro juego posible, sobre todo en espacios abiertos, es el de perseguirse mutuamente (Ud. persigue a su cachorro o el cachorro lo persigue a Ud.). Fomente esta práctica, siempre y cuando el encuentro al ser alcanzado el perseguido no sea agresivo (gruñir, morder, tironear, ladrar, etc.) sino que demuestre alegría (saltar, mover la cola, lamer las manos o rostro, etc.).

En todo momento que el cachorro, durante el juego, muestre los dientes, gruña o muerda (aún cuando Ud. sabe que lo hace como parte del juego y no por agresión verdadera), Ud. debe detener la actividad y retarlo, o al menos ignorarlo y no reanudar el juego sino hasta que el cachorro esté tranquilo y ya no muestre los dientes, gruña o muerda.

5) Socialización (afectos, contacto homo y heteroespecífica)

Los cachorros en su etapa sensible de socialización aprenden a relacionarse con individuos de su misma especie (contacto homoespecífico) y de otras especies (contacto heteroespecífico). Es en este momento cuando generan una impronta (imprinting) o una huella de aquellos individuos que le son familiares. La impronta es fundamental para reconocer a sus congéneres, y en un futuro buscar una pareja sexual entre los individuos de su especie. 

Asimismo, si durante esta etapa son enfrentados con individuos de distintas especies (y características), un futuro encuentro con otros individuos de esa especie o característica no les producirá miedo.

Por lo antedicho es importante que el cachorro de entre 3 y 12 semanas de edad, conozca la mayor cantidad de especies e individuos distintos posibles. Entonces, si tiene la oportunidad, enfrente a su cachorro con otros perros (de distintas edades, razas, sexo), con gatos, aves, tortugas u otros animales domésticos y en especial con chicos y personas en general. 

Con respecto al contacto con seres humanos, es fundamental que el cachorro sea puesto en contacto con personas de distintas edades, e incluso razas o etnias. Tenga en cuenta que los perros no reconocen a los bebés y niños como infantes de la especie humana, sino como una especie diferente. Por eso, no crea que si su perro está habituado al contacto con adultos, reaccionará correctamente al enfrentarse por primera vez con un bebé, un niño o un adolescente. Para evitar problemas futuros, intente que su cachorro esté en contacto desde muy joven con bebés, niños, adolescentes, adultos y ancianos. Durante estos contactos, asocie una acción placentera para el cachorro (juego, caricias) o refuerzo (premio), que incluso pueden ser suministradas por los sujetos que le son presentados.

6) Paseos con mi cachorro

Los paseos en el exterior (calle o parque) serán utilizados por su cachorro como fuente de estímulos ambientales diversos (ruidos, olores, colores, sabores), medio de socialización con el ambiente y con otros individuos (perros, gatos y/o personas), y rutina de ejercicio físico para mantenerse en forma. Además le servirán como medio de recreación y juego, y como descarga de energía. Durante los paseos, Ud. podrá enseñarle a su animal diversas actitudes de obediencia (como caminar junto, sentarse y esperar en cada esquina antes de cruzar, etc.). Si lo lleva a algún espacio público, podrá jugar con el perro a lanzar objetos (pelotas, palitos, huesos, Frisbee, etc.) para que él los recupere y se los devuelva.

Dependiendo de la raza y edad, su animal tendrá necesidades y capacidades de ejercicio diferentes. La cantidad, duración o velocidad de los paseos no deben exceder las capacidades de su animal, nunca lo sobre exija haciéndolo correr o caminar más de lo que él puede o desea. Asesórese acerca de la cantidad de paseos diarios, la distancia a recorrer o la duración conveniente de los mismos.

Si Ud. decide contratar a un paseador de perros, procure a alguien recomendado o pida sus referencias, vigile que no lleve más de 8 animales, y que estos sean de tamaños, razas o pesos similares o equivalentes, para evitar el exceso o defecto de ejercitación. Sería ideal contratar a una persona conocida que lleve sólo a su perro o a dos o tres animales más, para que la atención sea personalizada y exclusiva sobre su mascota. Recuerde que en los grupos muy grandes de perros pueden existir peleas, preñeces no deseadas o contagio de enfermedades.

Los paseos suelen ser aprovechados para que el animal orine y defeque, como se ha explicado en la sección (2), por lo tanto deben realizarse por lo menos cuatro paseos diarios en un cachorro. Es recomendable, entonces, hacer coincidir los horarios del paseo con los momentos en que es previsible que el animal orine y defeque, como ser: a primera hora a la mañana, después de cada comida (almuerzo y cena) y a la noche antes de dormir.

7) Adiestramiento doméstico básico

Ud. puede enseñarle a su cachorro algunas órdenes básicas para llamar su atención y que éste lo obedezca, por ejemplo sentarse, echarse, caminar junto, dar la pata, etc. Para lograrlo, utilizará el llamado condicionamiento instrumental, que consiste en premiar o reforzar cuando el animal realiza la conducta que se le ha enseñado, en el momento en que se le pide que lo haga. El premio estará constituido por una golosina (galletas para perros, trocitos de su alimento o un pedacito de queso), palabras de aliento (muy bien, buen perro) y caricias, muchas caricias.

No dude en asesorarse acerca de la técnica que debe aplicar para lograr que el animal obedezca cada orden.

Si Ud. quiere enseñarle a su perro órdenes un poco más complejas de obediencia, podrá utilizar los servicios de un adiestrador, siempre que éste sea recomendado y trabaje bajo las indicaciones y supervisión de su Veterinario.

8) Castigo (regaño o reto)

Toda vez que su cachorro haga algo indebido (rompa, evacue en un lugar inadecuado, muerda o gruña, etc.) deberá recibir un reto. El mismo tiene que ser un regaño verbal, y debe propinarse inmediatamente después de ocurrida la conducta castigada (de lo contrario, si han pasado ya unos minutos, el cachorro no podrá asociar el castigo con la conducta castigada).

Para retarlo, jamás utilice castigo físico, no lo golpee, ni lo asuste con ruidos fuertes u objetos contundentes; por el contrario, utilice exclusivamente el regaño o castigo verbal, con una palabra corta (¡No!, ¡Basta!), pronunciada con voz fuerte (alzando el tono de voz, pero sin gritar), con intención de enojo (postura física, actitud corporal y gestos exagerados, como sobreactuando). 

Cuando lo rete, procure que el animal tenga una vía de escape libre para ir a esconderse (que no quede acorralado). Lo esperable es que el cachorro entienda que está siendo castigado y se asuste, e intente huir o guarecerse en su cucha, por ejemplo. 

Otra posibilidad de castigo adecuado es el confinamiento en una habitación o un rincón durante unos minutos (como una penitencia). El cachorro lo entenderá, siempre y cuando se lo encierre inmediatamente después de ocurrida la conducta castigada.

Todos los miembros de la familia deben estar de acuerdo con la penitencia y cuáles son los motivos por los que el cachorro debe ser castigado, y de que modo se llevará a cabo este castigo. De lo contrario, las acciones y actitudes antagónicas (por ejemplo uno lo reta y otro lo defiende o apaña) sólo generarán confusión en el cachorro, que no logrará aprender qué es lo adecuado y permitido, y que conductas no lo son. 

Conclusiones: Criar un cachorro de modo adecuado y efectivo para prevenir futuros trastornos requiere paciencia, dedicación, tiempo y trabajo en equipo con toda la familia. Por eso asesórese correctamente con el Veterinario acerca de la conveniencia de adquirir un cachorro y acerca de cómo educarlo una vez que éste ha ingresado en la casa.

 

Agradecemos la colaboración para la publicación de este artículo a: Dra. Marina Snitcofsky - Doctora en Cs. Veterinarias. Profesional CPA CONICET – Consultora Científica Veterinaria - https://marinaveterinaria.com.ar - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - TE - Cel.: + 54 - 11 - 15 - 5378 - 0803




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