A tu gato le gusta que lo abracen - Conoce un poco mas

Si tienes un gato, abrazarlo puede parecer una contradicción obvia, ya que, por regla general, a nuestros amigos felinos no les gustan los abrazos.

Esto se debe a que abrazar es una forma de restricción y, aunque los gatos son depredadores naturales, en la naturaleza también son presa de muchos animales. Lo primero que hace un depredador al atrapar a una presa es inmovilizarla, por esta razón los gatos sienten la necesidad de moverse libremente y escapar. Asimismo, esa es la razón por la que podría sentir estrés cuando lo abrazas, a pesar de que es una muestra de cariño.

Lo cierto es que, si compartes tu hogar con uno o varios gatitos, ya sabes que puede ser todo un desafío descubrir cuál es la mejor manera de interactuar, en especial físicamente. Y dado que cada gatito es único, descubrir qué le gusta o al menos tolera, no significa que pueda ser igual con otro.

Por ejemplo, algunos gatos son muy extrovertidos y buscarán a los humanos para llamar la atención, mientras que otros se mantendrán distantes. Algunos gatos disfrutan que los carguen y los acaricien, mientras que otros parecen disfrutar de la atención solo para cambiar de opinión (con firmeza) en cuestión de segundos. La conclusión es que acariciar a un gato, en especial a uno que no conoces muy bien puede ser arriesgado, ya que el trato que le gusta a uno puede hacerle sacar las garras a otro.

Por suerte, en 2015, investigadores de la Universidad de Lincoln en el Reino Unido decidieron tratar de descubrir el misterio de las caricias felinas. Encontratrás más información a continuación.

Para acariciar a un gato de la manera correcta debes pensar como un gato

Debido a que somos humanos, tendemos a asumir que nuestros compañeros animales aprecian el mismo tipo de contacto que nosotros. Pero una investigación indica que los animales prefieren el contacto humano que es similar al de los miembros de su propia especie.

¿Alguna vez has visto que los gatos se abrecen? Yo tampoco.

Los amigos felinos a menudo se lamen, una actividad conocida como acicalado social, por lo que es posible que tu gato prefiera que lo lamas en lugar de acariciarlo (¡esto no lo recomiendo!).

Los amigos gatos también tienden a lamerse unos a otros en lugares que tienen glándulas odoríferas, incluso alrededor de los labios, la barbilla y las mejillas; entre los ojos y oídos; y alrededor de la base de la cola. Cuando los gatos se frotan entre sí en estas áreas, intercambian aromas y terminan con un olor similar.

Además, los expertos en gatos recomiendan intercambiar aromas entre dos felinos extraños antes de presentarlos. Esto se puede lograr al limpiar la cabeza de un gato con un trapo limpio y luego acariciar la cabeza del otro gato con el mismo trapo.

Teniendo en cuenta lo anterior, parece lógico que la cara, cabeza y la base de la cola sean los lugares donde los gatos preferirían que sus humanos los acariciaran. También podría existir un orden en el que los gatos prefieran que los acaricien. Por ejemplo, los amigos gatitos tienden a iniciar interacciones al frotarse la cabeza entre sí. Cabe destacar que cuando se acicalan, no parece existir ningún orden en particular.

Acariciar alrededor de la base de la cola no es tan bueno

En el Reino Unido, en el estudio de 2015 que mencioné antes, los investigadores decidieron analizar dos aspectos de las caricias de los gatos: cómo responden a las caricias de un familiar versus a una persona desconocida y qué partes del cuerpo son los mejores lugares para acariciar. Para lograr esto, grabaron a 34 gatos de seis meses a un año en sus propios hogares. A los gatitos se les dio tiempo para adaptarse a la presencia del experimentador y la grabadora de video antes de que comenzara el experimento.

Cada gato se evaluó en dos días diferentes. En uno de los días, el dueño acariciaba al gato y el otro día, el experimentador lo hacía. El equipo tocó las tres áreas de glándulas odoríferas (alrededor de los labios, barbilla y mejilla; entre los ojos y las orejas; y alrededor de la base de la cola), y también cinco áreas adicionales: parte superior de la cabeza, parte posterior del cuello y espalda, centro de la espalda, y pecho y garganta.

El orden en el que se acariciaron las distintas partes del cuerpo de los gatos fue aleatorio. La caricia se realizó con dos dedos durante 15 segundos en cada lugar.

Los gatos eran libres de alejarse en cualquier momento durante las sesiones de caricias, y varios lo hicieron. De los 34 gatitos analizados, solo 16 se dejaron acariciar en las 8 áreas tanto por su dueño como por un investigador.

Al final del experimento, el equipo de investigación analizó los videos. Primero, buscaron la cantidad de veces que los gatos respondieron de forma positiva con parpadeos lentos, lamieron a la persona o frotaron su cabeza contra ella, se acicalaron, amasaron y levantaron la cola.

Después, los investigadores contaron la cantidad de veces que los gatos mostraron un comportamiento negativo, incluyendo agitar o mover la cola, alejar la cabeza de la persona, lamerse los labios, morder o golpear a la persona con su pata.

Los resultados del experimento demostraron que los gatos mostraban comportamientos más negativos cuando se les acariciaba cerca de la cola. De forma interesante, también parecían preferir las caricias del experimentador que las de su dueño. Los investigadores ofrecieron algunas teorías para explicar este sorprendente resultado:

Los experimentadores eran nuevos y novedosos y, por lo tanto, más interesantes para los gatos

La caricia de dos dedos de los dueños no era lo que los gatos estaban acostumbrados o esperaban

Los gatos estaban acostumbrados a iniciar interacciones con sus dueños y no al contrario

Algunos de los gatos podrían haber desconfiado de sus dueños por razones desconocidas


Un segundo grupo de gatos confirma la regla de no acariciar la cola

Los investigadores realizaron un segundo experimento con un grupo diferente de 20 gatos. Los dueños acariciaban a su gato en un orden prescrito, ya sea desde la parte superior de la cabeza y la espalda hasta la cola, o al revés. Utilizaron su método normal de caricias en lugar de un método prescrito (dos dedos).

Durante este experimento, solo 3 de los 20 gatos se alejaron; sin embargo, los investigadores observaron que a estos gatos tampoco les gustaba que los acariciaran cerca de la base de la cola, independiente de cuándo ocurriera en la secuencia de caricias.

Una tercera opinión es que sí puedes acariciar la cola, pero no la barriga

Para obtener otra opinión sobre las caricias en la base de la cola, consulté el artículo escrito por el veterinario Dr. Marty Becker (¡no estamos relacionados!) en VetStreet. De acuerdo con él, existen cuatro lugares para acariciar a tu gato, incluyendo la base de la cola.

Aquí SI:

- Base de la barbilla. Los gatitos parecen disfrutar mucho de las caricias suaves debajo de la barbilla, en especial en el lugar donde la mandíbula se conecta con el cráneo, ya que contiene muchas glándulas odoríferas.

- Mejillas, detrás de los bigotes. Esta es otra área con muchas glándulas odoríferas. Parece que a los gatitos les gusta mucho cuando frotas áreas de su cuerpo que contienen glándulas odoríferas, porque esas pequeñas glándulas liberan su olor sobre ti. ¡Te "marcaron con su olor" sin siquiera intentarlo!

- Base de las orejas. ¿Adivina qué hay en la base de las orejas de tu gato? Así es, más glándulas odoríferas. Al parecer, el objetivo de las marcas de olor es hacer que el territorio de tu gatito (incluyéndote) huela familiar, y por tanto cómodo y seguro. Es por eso que los cabezazos o pequeños golpes son el pasatiempo felino favorito.

- Base de la cola. Muchos gatos parecen disfrutar cuando su humano pasa su mano por su espalda y aplica una presión suave en la base de la cola. Si tu gatito aumenta su ronroneo y levanta su trasero hacia tu mano, significa que le gustan esas caricias. He conocido gatos que hacen justo lo que se describe aquí, y he conocido a otros que se sienten incómodos cuando los tocan cerca de la cola.

Aquí NO:

- Barriga. Es seguro decir que a la mayoría (no a todos, pero a la mayoría) de los gatos no les gustan las caricias en el vientre. Esto se debe a que, si tu gatito viviera en la naturaleza, los depredadores serían una amenaza constante. El punto más vulnerable del cuerpo de un gato es su vientre. Justo debajo de la superficie de esa piel sedosa yacen todos sus órganos vitales.

Otra razón podría ser que los folículos pilosos en el área del vientre y la cola de un gato son hipersensibles al tacto, por lo que acariciarlos puede ser demasiado estimulante. En cualquier caso, la mayoría de los gatos se protegen de forma instintiva la barriga, aunque algunos aprenden a disfrutar de un suave masaje. Tu mejor opción es asumir que tu gato no lo hace y limitar tus caricias a áreas seguras de su cuerpo. 



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