Las mascotas y el yoga

Los perros hacen yoga para relajarse en Japón

La relajación canina - el dog yoga

En el dog yoga, el perro se convierte en un "instrumento" para incrementar los beneficios de la disciplina, la cual ayuda a estrechar la relación entre el amo y la mascota

Lo primero que hacen las mujeres niponas en su clase de yoga es poner un tapete ahulado en el piso y colocar en él a su perro, dan el saludo inicial y comienza la clase de yoga.

Estiramientos, torsiones y posturas se hacen en pareja, amas y cachorros prestan atención a las instrucciones de la yogui.

En este mundo raro hay perros privilegiados con dueños excéntricos. Si practicar yoga era razón para que el amo se separara de su mejor amigo, no sucederá más, pues ahora no sólo lo podrán llevar a clase, sino que los animalitos ayudarán en los ejercicios. Se le conoce como dog yoga y es la novedad en el mundo occidental, pues en Japón, donde el culto a los perros es algo común, se practica en varios lugares. Uno de ellos es la Asociación Japonesa de Dog Yoga con sede en Tokio y cuya dueña es Satoe Tachi.

Mediante esta combinación de ejercicios de flexibilidad, meditación y respiración, los dueños conviven con su mascota y se relajan en conjunto. A la par alivian el estrés diario, buscan alternativas al ajetreo y tonifican los músculos.

La mascota se convierte en un "instrumento" para incrementar los beneficios de la técnica. Da un valor agregado al yoga común porque permite el contacto físico con un ser querido e incrementa la salud de ambos estrechando los vínculos dueño - perro (además de que en algunos casos representa un reto controlar al animal y la técnica mejora la concentración y obediencia de éste).


Vida de perros y el yoga

Quien alguna vez pensó que "llevar una vida de perro" era algo que no se le deseaba a nadie, seguramente no conoce a los canes del país del sol naciente ni a los alumnos de Suzi Teitelman. Esta mujer descubrió que a su perro le gustaba seguirla en las rutinas de yoga que hacía en su casa de Estados Unidos. Se inspiró en el concepto de "si funciona para mí, por qué no para mi mascota".

Se le denomina "doga", consiste en que el dueño lleve a su mascota a su sesión de ejercicios; después de una corta lectura de inspiración sobre perros y un momento de emisión de "OM", comienza la clase.

Siguiendo a un instructor, se debe lograr que el perrito realice las posturas tradicionales del yoga. Con ello, los mimados animales alcanzan objetivos más espirituales.

En una nota difundida por la BBC, Teitelman apuntó que a la mayoría de los perros les gusta estirarse y disfrutan ser masajeados, lo cual explica por qué no es descabellado que sus dueños los llevan a practicar la disciplina oriental.

Actualmente el doga tiene miles de seguidores en Estados Unidos y el Reino Unido. Esta técnica aplicada tiene como objetivo que los perros eliminen el estrés acumulado, ayuda a mejorar su conducta, relajarse y obtener mayor flexibilidad. Por ser una práctica que realizan junto a sus amos, también mejora y estrecha la relación entre ambos.

En el mismo comunicado se menciona que las últimas estadísticas en EE.UU. sugieren que alrededor de 15 millones de sus habitantes incluyen algún tipo de yoga en sus rutinas de ejercicios. Advierte que los que apoyan el doga esperan que muy pronto la cifra de los caninos se parezca a la de los humanos.

Esta disciplina para sabuesos, también denominada ruff yoga, se basa en algunas de las posiciones conocidas del yoga, inspiradas en movimientos, estiramientos y posturas naturales de los perros. Se practica tanto en gimnasios como en espacios al aire libre.

El terapista de animales Dan Thomas dijo que con las clases de yoga a los perros: "Después de unos minutos, hasta el más rebelde de los participantes se relaja y se vuelve más calmado".

Añadió que la persona que suele tomar clases de yoga tiende a estar más plácida y lo mismo ocurre con los cachorros.

La moda de tener perros más que consentidos en México va en aumento, pero aún no hay lugares ni de dog yoga ni de doga. Mas si desea abundar en el tema, existe un libro titulado Doga: yoga for dogs, escrito por Jennifer Brilliant y William Berloni (editorial Chronicle Books) que puede ser adquirido vía Internet.-

En el resumen del texto se puede leer "los perros han sido siempre yogis naturales; su tranquilidad mental, habilidad para estar en el momento adecuado, y su perspectiva de la amistad los hacen una especie propicia para practicarlo".

Los protagonistas del libro ilustrado son los "dogis" Benny, Buster y Cricket, que han practicado por años con el afán de perfeccionar los principios del doga.

En la publicación se advierte que la autora, Jennifer Brilliant, instructora del Om Yoga de Nueva York, practica con los dogis para mejorar su trabajo. William Berloni, por su parte es un especialista en animales, cuyos perrunos clientes trabajan regularmente en Broadway.


Algo más que compañía - el yoga y los perros

En las grandes ciudades el estrés se ha convertido en una epidemia. Los hábitos apresurados y las tensiones no son exclusivas de la raza humana, pues a las mascotas también les perjudica. Es común que los dueños olviden brindarles la atención necesaria y las mascotas terminan en una azotea o encerrados en un departamento.

Los médicos veterinarios han buscado terapias alternativas para contrarrestar las nuevas patologías que guardan relación con el estrés. A esta rama se le conoce como zoopsiquiatría o etología clínica.

En México no existe un centro especializado en enfermedades mentales para perros, pero hay médicos veterinarios zootecnistas especialistas en etología clínica canina que pueden tratar estos problemas y orientar sobre todo a los propietarios.

Uno de estos profesionales, Ignacio Mendoza Ibarrola, de la Unidad Médica Veterinaria, dice que los padecimientos sicológicos más frecuentes en los perros son el síndrome de hipersensibilidad, la hiperactividad, fobias postraumáticas, hiperapego secundario, depresión de involución, disocialización primaria y ansiedad de separación y conflictos jerárquicos.

Acerca del estrés canino señaló que éste lo adquieren cuando no se satisfacen sus necesidades físicas y emocionales. Los síntomas que presenta son falta de apetito, disturbios en el sueño, irritabilidad, apatía, destrucción de su entorno, entre otros.

El especialista reconoció que estos casos son más frecuentes en las grandes urbes debido a que los perros no son atendidos como lo requieren, "pasan mucho tiempo en el mismo lugar, con poco espacio y monotonía visual, falta de ejercicio y soledad".

Aunque Mendoza Ibarrola se manifestó sorprendido por el doga, no descarta que pueda ser algo benéfico. Sin embargo, recomienda que para los canes estresados lo mejor es probar diferentes ejercicios y tratamientos, que varían con la raza y las necesidades de cada mascota, por lo que lo recomendable es tener la asesoría de un médico veterinario zootecnista.

Algo que nunca estará de sobra serán los cuidados y las atenciones que pueda tener el dueño con los animales de casa, tal vez no al extremo de hacerlos usar gafas de sol o llevarlos a spa especiales, pero sí estar al pendiente de ellos y llevarlos con periodicidad al veterinario.

Fuente: El Universal

 



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