Nuestro conejo es sano
Un conejo sano se muestra libre de trastornos, es sensible al medio que lo rodea, se alimenta en forma continua, sus deyecciones tienen forma de pelotitas, siendo éstas secas y concisas, no tose ni estornuda, el pelo se encuentra siempre limpio y la piel libre de cascaritas y/o granos, se mueve libremente sin presentar dificultad alguna, sin importar de que forma haya sido criado (interior, exterior, solos, agrupados, etc.).
Las enfermedades se manifiestan por síntomas, los cuales en mayor o menor proporción son los que abajo detallamos:
- Menor consumo de alimento
- Pérdida de peso
- Caída del pelo
- Abcesos y/o inflamaciones, por encima o debajo de la piel
- Mamas inflamadas o hinchadas (fuera de su contexto normal)
- Deyecciones blandas o diarrea
- Problemas de respiración
- Tos, estornudos
- Narices sucias y pegajosas
- Ojos llorosos
- Daños en los genitales
- Cabeza inclinada
Los cuales en la mayoría de los casos son causados por alguno de los siguientes:
- Maltrato al animal
- Deficiencia del manejo
- Mala alimentación
- Alimento defectuoso
- Alimento con mucho polvillo
- Instalaciones no apropiadas
- Instalaciones averiadas
- Lesiones y/o heridas mal tratadas
- Intoxicaciones
- Contagios por hongos, virus, bacterias, etc.
- Falta de higiene
- Stress (causado por ruidos, sonidos a altos volúmenes)
- Calor excesivo
- Frío en demasía (especialmente en las crías de temprana edad)
- Falta de ventilación
- Falta de prevención
La única forma de detectar las enfermedades y prevenir las mismas es siendo conscientes de que normalmente se producen por deficiencias y falta de dedicación de nuestra parte. Por ende lo que debemos hacer, (aunque simple parezca), es observar diaria, detenida y minuciosamente cada uno de nuestros ejemplares, buscando alguno de los síntomas que arriba detallamos, pudiendo de esta manera, diagnosticar lo antes posible algún problema.
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