La enfermedad del arañazo del gato

¿Que es la enfermedad del arañazo del gato?

La enfermedad del arañazo de gato es una zoonosis. El agente causal responsable de esta patología no fue totalmente tipificado hasta 1992, cuando el examen del RNA 16S - encontrado en la piel afectada - y el método de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) permitieron identificarlo como Bartonella Henselae (4). Esta rickettsia se ha aislado en hemocultivos de varios gatos en contacto con personas afectadas clínicamente.

Bartonella henseleae también se ha relacionado con una enfermedad proliferativa vascular en el hombre. Los medios de transmisión de Bartonella henseleae no se han determinado del gato al hombre y de un gato a otro, sí se encuentra una correlación positiva entre la enfermedad del arañazo del gato y las personas que están en contacto con animales infestados por pulgas, en particular gatitos. Tampoco está establecido, de manera definitiva, que los gatos puedan infectarse entre sí a través de mordeduras, acicalamiento, arañazos y tal vez in útero (6). Aunque el número de casos aún no es abultado, la relevancia de la enfermedad tiende a aumentar por el incremento de las mascotas felinas (4).


Características del agente de la Enfermedad del arañazo del gato

 Bartonella henseleae, también conocida como Rochalimae henseleae, se puede describir como un bacilo pleomórfico, Gram negativo, de 0.5 - 1,5mm de longitud y 0.2 - 0.3mm de ancho, que se tiñe mediante la impregnación argéntica de Warthin-Starry. Su cultivo en agar enriquecido con sangre o de tejidos infectados se consigue con dificultad después de 3 a 4 semanas.

In vitro, las especies Rochalimae son sensibles a gentamicina, rifampicina, ciprofloxacina, y trimetroprima-sulfametoxazol.

En estos momentos la familia Bartonellaceae (a la cual pertenece la especie Rochalimae género Bartonella) se suprimió del orden Rikettsiales. Esta reclasificación se basa en análisis de características fenotípicas y estudios filogenéticos extensos(6).


Clínica de la Enfermedad del arañazo del gato:

En gatos: al parecer, casi todos los gatos infectados tienen una afección subclínica (6); sin embargo, muchas veces la evolución y la manifestación clínica van a depender de la virulencia de la cepa. Los síntomas pueden incluir desde zonas eritematosas en los lugares donde picó una pulga infectada con el agente, fiebre y letargo, hasta gatos asintomáticos mientras no sean sometidos a situaciones de stress. Menos frecuentemente anemia y trastornos del Sistema Nervioso Central. Las alteraciones reproductivas en hembras con Bartonellosis son frecuentes(4). Se ha demostrado bacteriemia en gatos mediante hemocultivos(6).

En humanos: en el hombre ocurre una linfoadenopatía notable (6). Los síntomas empiezan después del arañazo del gato y entre los 3 a 10 días siguientes aparece una escara, una pápula o un forúnculo indolente. Luego de 2 a 6 semanas, en el grupo ganglionar correspondiente a la zona afectada se presentan adenomegalias dolorosas con hinchazón y dolor local. Es frecuente también la existencia de síntomas generales como malestar, febrícula y esplenomegalia moderada.

La evolución de este cuadro es benigna y las adenopatías se resuelven espontáneamente en 2 ó 3 meses. Sin embargo aunque poco frecuente, pueden presentarse desarrollos atípicos como formas recidivantes con fiebre alta, disminución de peso, abscesos esplénicos, masas mediastínicas, o hepatitis granulomatosas. Especialmente en casos infantiles puede presentarse una meningitis aguda con convulsiones, paraplejía y coma (4).

Las rickettsias pueden causar enfermedad clínica tanto en pacientes inmuno-comprometidos como en personas inmuno-competentes, de todas maneras las manifestaciones clínicas de la infección tienden a variar según el estado del sistema inmunitario del paciente (6) 

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Sumario de estudios realizados entre 1993-2002

La enfermedad del arañazo del gato empieza típicamente con la inoculación del organismo intradérmica, en la zona de las extremidades (usualmente las manos o los antebrazos). Es probable que el organismo también entre a través de soluciones de continuidad preexistentes.

Varios días después de una picadura de insecto aparece en el sitio de inoculación una pequeña lesión en la piel, la cual progresa desde una pápula eritematosa hasta una vesícula-costra. Esta lesión generalmente resuelve en unos pocos días a semanas aproximadamente. Luego de 3 semanas de la exposición se desarrolla una linfoadenopatía regional involucrando usualmente a un solo linfonódulo, el cual ocasionalmente puede llegar a la supuración.

Se ven en muchos casos, temperatura, malestar y dolor generalizado; también puede presentarse con dolor de cabeza, anorexia y esplenomegalia. La resolución espontánea ocurre en la mayoría de los casos después de un período de semanas o meses.

Las manifestaciones atípicas de enfermedad del arañazo del gato se encuentran entre 5 a 9 % de los casos, viéndose una linfoadenopatía preauricular y conjuntivitis palpebral. Una complicación secundaria nerviosa es aún más rara, aunque han sido reportados numerosos casos de encefalopatías, meningitis, mielitis y radiculitis. Estos últimos son más comunes en niños que en adultos.

Normalmente la enfermedad del arañazo del gato es autolimitante, en situaciones inusuales puede progresar a una enfermedad sistémica o recurrente. Esto puede ser una amenaza de vida para personas inmuno-comprometidas. También se encontró un parecido entre el agente de la EAG presente en el linfonódulo y el microorganismo asociado a angiomatosis bacilar -una patología relacionada con humanos inmunodeficientes-.

La angiomatosis bacilar es una reacción tisular vasoproliferativa; visto como ya se dijo en pacientes con SIDA o en tratamiento oncológico o para transplantes. La manifestación de esta enfermedad son pápulas y nódulos en piel, clínicamente similares al Sarcoma de Kaposi (5).

La mayoría de los pacientes con enfermedad del arañazo del gato tienen una presentación benigna de la misma. Por lo tanto requieren un tratamiento mínimo, que consiste en analgésicos, reposo en cama, aplicación de calor en la zona del linfonódulo regional doliente. Si supura éste debería ser aspirado para disminuir el dolor. Una incisión quirúrgica y drenaje o removimiento del mismo no está indicada.

El tratamiento con antibiótico no acorta la duración de la enfermedad ni previene la supuración del linfonódulo; solo son necesarios en los casos de enfermedad sistémica severa o en pacientes inmuno-comprometidos.

Varios investigadores reportaron respuesta clínica usando sulfato de gentamicina, trimetroprima-sulfametoxazol, rifampicina y ciprofloxacina parenteral (5). Se recomienda un tratamiento por 4 a 8 semanas para personas inmuno-competentes y éste debería ser extendido a 8 a 12 semanas en inmunosuprimidos (3). La tetraciclina y la eritromicina han inducido una respuesta clínica buena en estos últimos (8).

Pacientes HIV-positivos requieren tratamientos por meses y algunas veces de por vida. En algunos casos de angiomatosis bacilar puede realizarse un tratamiento local, incluyendo exéresis quirúrgicas de las lesiones. (3)


La enfermedad en los gatos

En los felinos se concibe que alguna linfadenopatía u otras manifestaciones causadas por el microorganismo de la enfermedad del arañazo del gato pueden pasar desapercibidas (5).

En los gatos infectados naturalmente por Bartonella henselae se documentó una bacteriemia prolongada (de 1 año o tal vez más) lo cual sugiere la existencia de una variabilidad todavía inexplicable, posiblemente de diferentes cepas de Bartonella henselae, de distintos parámetros del proceso infectivo (dosis, rutas de inoculación), o de niveles de respuesta felinas propias (edad, genética, status inmunológico, infecciones adicionales)(8).

El mantenimiento de estas bacteriemias en la fase de niveles altos de anticuerpos específicos indica que dicha respuesta no es protectora, al menos en este estadio de la infección (1). Sin embargo los gatos convalecientes, aparentemente pueden montar una respuesta inmunológica protectora de naturaleza indefinida aún.

Existe un período breve temprano en la infección, cuando los gatos pueden ser bacteriémicos, pero los anticuerpos Ig G son negativos.

La persistencia de IgG durante y bastante después del período de bacteriemias de alto nivel no debería hacer inexplicable que la presencia de Anticuerpos IgG no se correlacionen bien con el status bacteriémicos de gatos convalecientes (8).

La infección con Bartonella podría estar también asociada con el desarrollo de uveítis en algunos gatos; de hecho debería ser considerada en el diagnóstico diferencial de gatos con uveítis sin otras causas conocidas, particularmente si la terapia con glucocorticoides no ha sido efectiva y ha habido historia de infestación con pulgas (7).

En un estudio el tratamiento con eritromicina y tetraciclina descendió el nivel de la bacteriemia pero no la eliminó; en otro estudio el uso de la doxiciclina fue efectivo en limpiar la bacteriemia en un 50% de los casos, el resto fue subsecuentemente tratado con amoxicilina, amoxicilina-ácido.clavulánico o una combinación de estas drogas, lo cual resultó en la resolución de la bacteriemia.

Es difícil determinar la eficacia del tratamiento de varios antibióticos en contra de Bartonella por las fluctuaciones de los niveles de bacteriemia y los períodos de bacteriemia impredecibles en los gatos infectados(3).

En los casos de gatos con uveítis y positivos a Bartonella deberían ser tratados por Bartonellosis. El tratamiento consistiría en doxiciclina 10 - 20mg/Kg. por vía oral cada 12 horas por 2 a 4 semanas; enrofloxacina por vía oral a razón de 22,7 mg cada 12 horas puede ser una alternativa para los gatos que responden al tratamiento o con tolerancia a las tetraciclinas. Una terapia local, inespecífica debería ser usada conjuntamente. (7)


Epidemiología de la Enfermedad del arañazo del gato

Aunque Bartonella henselae es considerada la primera causa de enfermedad del arañazo del gato, también Bartonella clarridgeiae ha sido recientemente confirmada como causa adicional (3).

En humanos: enfermedad del arañazo del gato ocurre esporádicamente en el mundo. Si el mismo agente causal Rochalimae henseleae es el responsable de la presencia de la EAG o de la angiomatosis bacilar, entonces la expresión de la infección dependería del status inmunitario del huésped.

Es muy posible que Rochalimae henselae permanezca latente en los tejidos un tiempo largo luego de la exposición y solamente se vuelve activa cuando una condición debilitante se hace presente en el huésped (5).

La más alta incidencia de la enfermedad estuvo entre niños de 5 a 14 años.

Esta patología presenta una incidencia estacional que puede estar asociada con que los gatos permanecen más tiempo adentro y en contacto con más personas durante los meses más fríos.

Las variables epidemiológicas asociadas muy fuertemente con EAG incluyen la tenencia de cachorros de gatos, de cachorros de gatos con pulgas y/o arañazos de estos cachorros (3). Los estudios describieron la enfermedad en personas que fueron arañadas o tuvieron contacto con gatitos infestados con pulgas. Parece ser anecdótica la posible transmisión a los humanos a través de las picaduras de pulgas (2).

En animales: El gato es el huésped natural de Bartonella henselae (2). Los cachorros de gatos (menores de 1 año) parecen ser un alto riesgo para la transmisión de la enfermedad. Se desconoce si el riesgo descansa sobre una mayor incidencia de la infección en gatitos o simplemente refleja la tendencia de éstos a morder y arañar en actividades de juego (5).

Un estudio realizado mostró que la infestación por pulgas fue un importante factor de riesgo para seroprevalencias altas en las gaterías, también se demostró una asociación positiva entre la infestación por pulgas y la bacteriemia en los gatos (2).

Hay 2 casos en los cuales los arañazos de perro fueron implicados en esta enfermedad y un caso que pudo haber ocurrido después del arañazo de un mono (3).

Una detección molecular ha mostrado que las garrapatas pueden estar infectadas con muchas bacterias, incluyendo Borrelia sp. y Bartonella sp.

Cabe aclarar que tanto los gatos como los perros que fueron seropositivos a Bartonella henselea no mostraron sinología clínica aparente. Además investigadores notaron una frecuencia alta de estomatitis y enfermedad del tracto urinario en gatos seropositivos (1). Entonces los factores de riesgo asociados a las seroprevalencias positivas altas incluyen la infestación por pulgas, hábitos de vagabundeo de los gatos, y la presencia de anticuerpos de toxoplasma gondii (2).


Diagnostico de la Enfermedad del arañazo del gato

En humanos: No hay un test diagnóstico generalmente aceptado para enfermedad del arañazo del gato. Actualmente la mayoría de los médicos basan el mismo, primariamente en un criterio clínico, en una historia de contacto con un gato, en el fracaso de aislar otra bacteria de los tejidos afectados y/o en la examinación histológica de las biopsias de los linfonódulos.

Más prometedor es el hallazgo que muchos pacientes con enfermedad del arañazo del gato muestran una seropositividad significativa a Rochalimae henselae en el test IFI (5).

También los cultivos de sangre, los test serológicos y test PCR son técnicas usadas para la detección de Bartonella. Los cultivos de sangre de Bartonella pueden ser difíciles y prolongados. Otros test para Bartonella incluyen IFI y enzima inmunoensayo, aunque la reacción cruzada de Anticuerpos entre especies es común.

La PCR promete ser el test más específico y puede distinguir todas las especies de Bartonella. (3)

En gatos: Aunque la rutina de realizar cultivos de sangre y serología para Anticuerpos Bartonella no es ampliamente útil, debería ser considerada en las mascotas de dueños inmunocomprometidos (3).

En el caso de uveítis en animales sospechosos, puede realizarse una paracentesis de cámara anterior del ojo para obtener humor acuoso y con el mismo se puede cultivar o realizar una PCR. (7)


Prevención de la Enfermedad del arañazo del gato

Una buena higiene debería ser practicada, incluyendo el lavado de manos luego de tocar a las mascotas felinas. Los arañazos y las mordidas deberían ser lavadas con agua y jabón y nunca debería ser permitido que los gatos laman las heridas de las personas.

Es muy importante llevar a cabo un control de pulgas (3).

La adopción de animales maduros disminuye el riesgo de transmitir la enfermedad.

Es prudente prevenir el contacto cercano de mascotas sospechosas con niños enfermos y personas inmunocomprometidas (5).


Consideraciones de la salud publica

El interés en EAG ha sido estimulado porque la población felina está creciendo así como el número de personas inmunocomprometidas (5).

Se ha reportado un promedio más alto de sospechosos de EAG entre veterinarios que entre trabajadores que no lo son (1).


Agradecemos la colaboración para la publicación de esta nota a:

Visintini, Andrea M.V. - Docente del Área de Clínica de Pequeños de la F.C.V - U.B.A Argentina

Gómez, Nélida V. Dr. en M.V. - Profesora del Área de Clínica de Pequeños de la F.C.V - U.B.A Argentina

 



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