Perdida de la audicion en perros y gatos

Perros y gatos sordos:

La pérdida completa de audición en caninos y felinos se llama sordera, y puede ocurrir en uno o en ambos oídos. A la sordera de ambos oídos se la llama bilateral, y la de un solo oído se denomina unilateral o hemisordera. También puede suceder que el perro tenga un umbral de audición mayor respecto a los animales normales en uno o en ambos oídos, denominándose a esta condición sordera parcial (hipoacusia) de uno o de los 2 oídos.

Causas de sordera en perros y gatos

Las causas de sordera en las mascotas pueden ser divididas en dos categorías principales: sorderas de conducción y sorderas sensorioneurales.

La sordera de conducción en los perros se observa cuando existen trastornos en la transmisión de la vibración del sonido hasta el oído interno y a la vía auditiva. Cualquier defecto o enfermedad que afecte el canal auditivo externo del perro, la membrana timpánica, los huesecillos auditivos y/o el oído medio puede ser causal de una sordera de conducción.

La sordera sensorioneural se produce cuando existen anormalidades en las estructuras del oído interno, en el nervio coclear y/o la vía auditiva en cualquier parte de su trayecto hacia la corteza cerebral. Las causas principales incluyen sordera hereditaria, daño neuronal por sustancias ototóxicas (antibióticos como la gentamicina o diuréticos como la furosemida) o sordera senil.

La sordera hereditaria ha sido reportada en numerosas razas de perros y en gatos. Se debe a la degeneración de las estructuras del oído interno y las neuronas del ganglio espiral. Este proceso tiene lugar durante la maduración posnatal del sistema auditivo. Los signos clínicos se manifiestan entre las primeras semanas y los 2 primeros meses de vida. Se ha asociado una mayor predisposición a la sordera hereditaria en perros con manto predominantemente blanco, gris azulado o manchado. Las razas afectadas con mayor frecuencia son: Dálmata, Setter inglés, Ovejero australiano, Collie del límite y Ovejero de Shetland, pero se ha reportado en al menos en 54 razas de perros, incluyendo al Dogo argentino, Gran danés , Boxer, Bull terrier y Cocker spaniel, entre ellas.

Se asume que la sordera hereditaria en los perros es predominantemente de tipo autosómico dominante; sin embargo, en el Bull terrier se describió una herencia autosómico recesiva.


Breves conceptos acerca de la herencia de la sordera en perros y gatos:

La herencia de enfermedades, anomalías o rasgos genéticos se describe: a) por el tipo de cromosoma en que se encuentre el gen anormal (cromosoma autosómico o cromosoma sexual); y b) por si el rasgo es dominante o recesivo.

Las enfermedades autosómicas (como por ejemplo, la sordera) se heredan a través de los cromosomas no sexuales, y las enfermedades ligadas al sexo se heredan a través de uno de los "cromosomas sexuales", el cromosoma X (las enfermedades no se heredan por medio del cromosoma Y).

La herencia dominante se presenta cuando un gen anormal de uno de los padres es capaz de causar la enfermedad, aunque el gen paralelo del otro padre sea normal. El gen anormal ejerce el dominio sobre el resultado del par de genes.

La herencia recesiva se presenta cuando ambos genes deben ser anormales para producir la enfermedad. Si únicamente uno de los genes del par es anormal, entonces la enfermedad se manifiesta levemente (animal con hemisordera o hipoacúsico) o no se manifiesta. En otras palabras, el gen normal del par puede suplir la función del gen, de modo que se dice que el gen anormal actúa de manera recesiva. Sin embargo, un animal con un solo gen defectuoso se denomina portador, lo que indica que el trastorno puede pasar a los cachorros. Ambos padres deben ser portadores para que el cachorro sea sordo.



Probabilidades de heredar la sordera en perros y gatos

En el caso de herencia autosómica dominante: si uno de los padres es portador y el otro es normal, existe un 50% de probabilidades de que cada cachorro herede el gen anormal y por lo tanto el rasgo dominante. En otras palabras, si suponemos que en una lechigada con 4 cachorros, uno de los padres es portador de un gen anormal para la sordera, la expectativa estadística es: 2 cachorros normales y 2 cachorros sordos. Esto no significa que los cachorros obligatoriamente sufrirán la pérdida de la audición, pero sí significa que cada cachorro tiene un 50:50 de probabilidades de heredarla. Los cachorros que no hereden el gen anormal no desarrollarán ni transmitirán la sordera.

En el caso de herencia autosómica recesiva: si ambos padres son portadores de un rasgo autosómico recesivo, existe un 25% de probabilidades de que un cachorro herede los dos genes anormales y por lo tanto manifieste la sordera, y un 50% de probabilidades de que un cachorro herede sólo un gen anormal (siendo así portador). En otras palabras, suponiendo que en una lechigada con 4 cachorros, ambos padres sean portadores (y no manifiesten la pérdida de audición), la expectativa estadística es: 1 cachorro con dos cromosomas normales (normal), 2 cachorros con 1 cromosoma normal y otro anormal (portadores, sin pérdida de audición), y 1 cachorro con 2 cromosomas anormales (sordo). Esto no significa que se observará esta distribución obligatoriamente, pero sí significa que cada uno de los cachorros tiene 1 posibilidad en 4 de heredar el trastorno y una posibilidad 50:50 de ser portador.

Agradecemos la colaboración para la publicación de este articulo a: Dr. Fernando Carlos Pellegrino - Neurologia Veterinaria

 



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