Confirmando la gestacion en la perra
El diagnóstico de la gestación mediante análisis de sangre resulta infructuoso debido a que los niveles de progesterona son iguales para la hembra preñada como para la que no lo está; tampoco aparecen alteraciones significativas de los niveles de hormonas como la gonadotropina y coriónica producida por la placenta. Así pues tenemos que servirnos de otras formas de diagnóstico.
La palpación:
Es posible a partir del momento en que los fetos se han adherido a las paredes de los cuernos del útero, o , lo que es lo mismo, en torno al día 20 o 21 de gestación. Claro que hay que tener en cuenta que en perras obesas o de tórax y abdomen anchos, suele ser más difícil palpar los fetos por la mayor dificultad que entraña su localización.
La ecografía:
Constituye, el método más fiable y prematuro de diagnóstico; en ese momento ya que es posible observar los latidos de los corazones de los fetos y observar los volúmenes de sus diminutos cuerpos (aprox. 2,5-3 cm.) dentro de los sacos amnióticos.
Los rayos X o resonancia:
Son otras dos formas de confirmación de la gestación, pero no pueden ser empleadas antes del día 50 o 51 de gravidez para evitar graves efectos secundarios en los fetos. De hecho éstos sistemas resultan casi más prácticos hacia el día 55 o 56 de gestación, para confirmar que los fetos estén bien posicionados y calcular el número de cachorros que habrán de nacer, que como método de diagnóstico en sí. Así sería muy conveniente que todo propietario recurriera a los rayos X en los dos o tres días anteriores a la fecha prevista para que la perra salga de cuentas, conociendo así con mayor certeza qué complicaciones cabe esperar en el parto, por la mala colocación, por ejemplo, de uno o más de los fetos.
Fuente: “Guía Práctica de la crianza canina”, Christina de Lima-Netto, Editorial Hispano Europea, 2000. Segunda Edición.
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