Mitos y costumbres sobre nuestras mascotas

Muchas veces se crean ciertos mitos o comentarios sobre costumbres que tienen las mascotas o que los dueños de las mismas tienen con ellas sin saber el por qué. En algunos casos porque en la familia que siempre tuvieron animales las cosas sucedían así y por ende siguieron sucediendo, y otras veces porque la gente escucha comentarios y los perpetua y así se crean estos mitos.

 

Veamos algunos ejemplos de mitos y costumbres: 

- Los perros y gatos no pueden comer azúcar porque no tienen páncreas: Esto es absolutamente falso. Tanto los perros como los gatos poseen páncreas, el cual cumple funciones endócrinas y exócrinas interviniendo en mecanismos de regulación de la glucemia (nivel de azúcar en sangre) y en generar enzimas digestivas como la lipasa respectivamente.  Esto no quiere decir que puedan comer azúcar en exceso, ya que es perjudicial para su salud, por ejemplo, animales diabéticos son propensos a desarrollar cataratas entre otras de las patologías y desordenes internos.

- Los animales comen pasto para purgarse: El pasto esta compuesto de fibra vegetal que no es digerible por los monogástricos, (es decir nuestras mascotas), por lo tanto al ingerirlo, genera una irritación de la mucosa gástrica y eso es lo que produce el vómito . Generalmente está asociado a un malestar gastroentérico, como ser dolor de panza, náuseas, diarrea, etc, donde el animal trata de calmar dicho malestar induciendo el vómito, pero en algunos casos puede hasta llegar a ser perjudicial para la salud de la mascota.

- Los perros dan vueltas en círculo antes de acostarse: Esto es verdad, es una costumbre que conservan de sus ancestros los lobos, que viviendo en naturaleza para acomodar los pastos que usaban como cucha daban vueltas en círculos hasta conseguir la posición que les permita estar cómodos.

- Es adecuado darle hueso a los animales porque así se mantienen la dentadura afilada y limpia: Está completamente contraindicado darle huesos a los perros, ya sea para jugar, comer o cumplir cualquier otro tipo de función. Muchas veces se escucha el comentario de que es imposible de que se lo trague o coma porque es más grande que su boca. La realidad que el animal frente al hueso, presa deseada por el lobo interno e instinto que trae consigo, comienza a roerlo, lo astilla, lo puede partir en algunos casos según el tipo de hueso del que se trate y todas estas cosas pueden ocasionarle daños  desde tragar los trozos más pequeños, o las astillas clavarse en las encías o cortar la lengua, incluso quedar atascado en el paladar, garganta o mandíbula comprometiendo en muchos casos la salud del animal.

- Los perros arrastran la cola cuando tienen parásitos: muchas veces vemos a nuestros perros que se sientan y comienzan a arrastrarse como si caminaran pero sentados. Esto se asocia a que tienen parásitos generalmente porque les pica la cola y es una manera de aliviarse. Lo cierto de esto es que sí hay una molestia en la zona anal, o perianal y ésa es una manera de sentir alivio, pero no siempre está asociado a parásitos. A los costados del ano, hay unas glándulas (glándulas perianales) que secretan una sustancia olorosa que cumple la función de marcar territorio cuando el animal defeca. Muchas veces incluso estas glándulas son vaciadas espontáneamente frente a una situación de estrés o miedo, y es normal. Pero muchas otras veces estas glándulas se tapan y deben ser vaciadas manualmente por el veterinario, pero hasta ese entonces el animal trata de aliviar la molestia de esa manera, arrastrando la cola.

Agradecemos la colaboracion para la publicacion de este articulo a: Ana Paula Iapichino - Buenos Aires, Capital Federal.



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